martes, 10 de abril de 2012

¿Funciona la homeopatía? - Parte 2

Continúa del post anterior...
 
Un argumento habitual de quienes utilizan y defienden la homeopatía es que a ellos, o a algún conocido, les funcionó (el “a mí me funcionó” es una de las técnicas de marketing más empleadas por las pseudociencias y terapias alternativas y no tiene ningún valor para demostrar que algo sea cierto). Hay dos explicaciones para esto:

-          En primer lugar, la mayoría de los remedios homeopáticos están indicados para dolencias comunes contra las cuales nuestro organismo, a través de su sistema inmunológico, se puede llegar a defender solo: algunos dolores de cabeza, estrés puntual, resfriados, dolor o inflamación por contusiones leves, etc. Así que, si tomamos un remedio homeopático cuando aparecen los síntomas y a los pocos días estos síntomas desaparecen, da la impresión de que la homeopatía ha funcionado. Como ya dijimos varias veces, correlación no implica causalidad.

-          En segundo lugar, muchos casos pueden explicarse por el efecto placebo, que es un fenómeno natural ampliamente estudiado, por el cual los síntomas de un paciente pueden mejorar mediante un tratamiento inocuo. El hecho de saberse tratado y la esperanza de curarse, provocan en el cerebro del paciente una sugestión que alivia los síntomas e incluso propicia la curación natural del mal mediante nuestro eficaz sistema inmunológico. De hecho, el efecto placebo puede ser tan importante, que en los estudios y ensayos clínicos se emplea siempre un grupo de control a los que se les administra un placebo en vez del medicamento bajo estudio, para poder distinguir qué efectos son atribuibles al medicamento y no al efecto placebo. Es muy común incluso usar el procedimiento de doble ciego, que implica que ni los pacientes ni quienes les administran los medicamentos saben qué pacientes están tomando el medicamento verdadero y qué pacientes están tomando placebo. De esta forma, los resultados no se ven influenciados por las expectativas de los paciente sin de los investigadores. (Más información sobre los ensayos de doble ciego en el video Here be Dragons.)

Hasta ahora, no se tiene noticia de que ningún estudio clínico serio haya demostrado, más allá de toda duda razonable, que los preparados homeopáticos tengan efecto estadísticamente superior al del efecto placebo.

Ahora, cabe preguntarse qué tiene de malo que las personas usen homeopatía ya que, como vimos, no tiene efectos secundarios e incluso a algunos les puede servir a través del efecto placebo. El hecho es que el efecto placebo no nos afecta a todos de la misma manera, por lo que es imposible predecir a quién le servirá y a quién no. Por otro lado, curar a través de engaños es al menos cuestionable. Ninguna pseudociencia o terapia alternativa es totalmente inofensiva, porque puede conseguir, y de hecho consigue, que personas enfermas dejen de ir al médico y recibir un tratamiento adecuado, poniendo sus esperanzas en técnicas que no funcionan en absoluto. Es jugar con la salud y la vida de la gente.

Uno de los ejemplos más impactantes es el de Gloria Thomas Sam, una niña nacida en Sídney en 2001, a la que a los cuatro meses de edad le fue diagnosticado un eccema (una forma de dermatitis o inflamación de la piel), del cual se habría recuperado completamente, si hubiera recibido el tratamiento correcto a tiempo. Pero su padre, Thomas Sam, de profesión homeópata y profesor en homeopatía, se negó a darle a su hija ningún remedio que no fuera homeopático. Gloria murió de septicemia cinco meses después del diagnóstico, con apenas nueve meses de edad. Sus padres fueron declarados culpables de homicidio y actualmente se encuentran en prisión. Es interesante destacar que, durante el período en el que su hija estuvo enferma, Thomas Sam sí acudió a un hospital convencional donde recibió tratamiento médico para unos cálculos biliares.

Lamentablemente, este no es un caso aislado. Hay decenas de casos registrados de muertes de personas que dejaron los tratamientos reales para tratarse con homeopatía y muchos casos más de empeoramientos y secuelas graves. La homeopatía no es inocua. De hecho, confiar en que la homeopatía funciona puede matar.

Para ser homeópata no hace falta tener ningún conocimiento sobre medicina o salud: si bien varias instituciones educativas ofrecen cursos o carreras de homeopatía, cualquier persona puede ingresar a la página de Boiron y obtener el título de Especialista en Homeopatía en pocos minutos y de forma gratuita. En un intento de protegerse de posibles demandas judiciales, los homeópatas suelen advertir a sus pacientes que la homeopatía no es una terapia alternativa, sino complementaria a la medicina convencional. Cuando la salud de algún paciente bajo tratamiento se agrava, generalmente no dudan en sugerirle que vea a un médico de verdad, para que haga lo que ellos no pueden: curarlo.

Si te interesó el tema, podés encontrar más información en estos links:
Agua homeopática, según La Pulga Snob
- Fragmento de una conferencia de James Randi
- Charla de Fernando Frías en el Amazings Bilbao 2011
- ¿Qué es la homeopatía?
- ¿Homeopatía? No, gracias en Escéptica
- Capítulo del programa Escépticos
- Monográfico de ARP sobre la homeopatía
- Documental El Fraude de la Homeopatía: La Prueba
- Cómo me convertí en homeópata especialista titulado
- 10 razones para no creer en la homeopatía
- Artículos en el Círculo Escéptico Argentino
- Artículos en Alerta Pseudociencias

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos los comentarios son bienvenidos. Si entrás como anónimo, por favor dejá algún nombre o seudónimo.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.