martes, 28 de febrero de 2012

El método científico y los zapatos


El método científico en sí es simplemente una serie de pasos para llegar a una conclusión, pero también es más que eso. Es, como decía Carl Sagan, una forma de pensar. La siguiente, es una muy resumida historia de cómo se llegó a formular el método científico.

Platón y Aristóteles (R. Sanzio)
La humanidad ha aplicado ciencia a lo largo de toda su historia, aunque siempre fue difícil llegar a acuerdos sobre qué es ciencia y qué no lo es. Por ejemplo, en el Papiro de Edwin Smith, que data del año 1600 a.C. (ver Un viejo conocido: el cáncer), médicos egipcios describen enfermedades y tratamientos desde un punto de vista muy similar al método científico. Alrededor del 500 a.C., los babilonios ya habían desarrollado los rudimentos de la astronomía científica aplicando la matemática. Al mismo tiempo, en Grecia, Tales de Mileto (625 a.C. - 545 a.C.)fue el primero en negar toda explicación sobrenatural para fenómenos naturales. Aristóteles (384 a.C. - 322 a.C.), a su vez, fue uno de los primeros en concebir al conocimiento como un proceso, dando importancia no sólo a lo teórico, sino también a la experiencia y a la búsqueda de las causas.

En la Edad Media (s.V a s.XV), científicos musulmanes fueron los primeros en usar experimentación y cuantificación para tareas científicas. Uno de ellos, Alhacén (965 - 1040), desarrolló un método científico muy similar al actual y lo usó para tratar de explicar el fenómeno de la visión. En el libro Ética de la física, de Ishaq bin Ali al-Rahwi (854 - 931), se describe el primer proceso de revisión por pares en medicina. En la actualidad, la revisión por pares es obligatoria en todas las disciplinas científicas. Basándose en los trabajos de estos y muchos otros científicos árabes, Roger Bacon (1214-1294), un filósofo inglés perteneciente a la orden franciscana, fue uno de los primeros en proponer el método científico moderno.

Galileo Galilei (J. Sustermans)
Mientras que Aristóteles pensaba que la ciencia debía ser demostrada a partir de principios, Galileo Galilei (1564-1642) optó por utilizar experimentos como herramienta de investigación científica. Francis Bacon (1561-1626) perfeccionó el método y dio una doble función a los experimentos: unos servían para recopilar datos, o “historias experimentales” y los otros, llamados experimentos cruciales o experimentos críticos, eran usados para resolver ambigüedades y determinar cual teoría o hipótesis es superior a las demás.
Sir Francis Bacon (P. van Somer)

Desde entonces y hasta la actualidad, científicos y filósofos de todo el mundo y de diversas las áreas del conocimiento han continuado el debate sobre qué es el método científico y qué no lo es, proponiendo nuevos puntos de vista y diversas formas de analizar la ciencia. Sin embargo, muchos de sus principios fundamentales se mantienen y son la base de toda investigación científica. Los dos principios más importantes son la reproducibilidad, según la cual cualquier persona debe poder repetir los experimentos en cualquier lugar y, manteniendo las condiciones originales inalteradas, el resultado debe ser el mismo, y la refutabilidad, es decir, que toda proposición científica tiene que poder ser refutada (también llamado falsacionismo).

Este es el método científico según lo definió Francis Bacon, que es la forma más común y más utilizada actualmente:

Modelo simplificado del método MC-14
1º.    Observación: Observar atentamente un objeto o un fenómeno para estudiarlo.
2º.    Inducción: Extraer, a partir de determinadas observaciones o experiencias particulares, el principio particular de cada una de ellas.
3º.    Hipótesis: Planteada mediante la observación, siguiendo las normas establecidas por el método científico.
4º.    Experimentación: diseño de experimentos para demostrar la hipótesis.
5º.    Demostración o refutación (antítesis) de la hipótesis.
6º.    Tesis o teoría científica (conclusiones).

Es fácil observar que este método no nos resulta extraño. Más bien, lo usamos con cierta frecuencia en varias situaciones cotidianas. Al comprar un par de zapatos, por ejemplo, podemos optar por uno de los siguientes cuatro procedimeintos para elegir el talle correcto: El más inefectivo, el que casi seguro falla, es tratar de adivinarlo sin ningún dato que nos ayude. Es equivalente a querer usar magia, contactar a algún espíritu, usar telepatía, etc. Usando estas técnicas, sólo obtendremos la respuesta correcta por azar. Seguramente habrá quien diga que esto le sirvió, pero en realidad sólo fue pura casualidad. Por el contrario, el sistema más efectivo es buscar zapatos de tamaños similares al que necesitamos y probarlos hasta encontrar el que mejor nos calce. Observación, hipótesis y demostración por experimentación. No puede fallar. El tercer método, bastante efectivo, pero no infalible, consiste en deducir que cualquier zapato de talle igual al que llevamos nos calzará bien y obviar la etapa de experimentación, especulando con que no hubo cambios en los estándares de los talles y que las hormas son todas iguales. La última posibilidad, bastante menos efectiva (pero más efectiva que la “magia”), es intentar calcular el talle “a ojo”.

Este video se titula "El Método Científico Hecho Fácil". Dura sólo 10 minutos y es muy interesante. Hablado en inglés con subtítulos.




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